miércoles, marzo 19, 2008

Posted by Sonia
No comments | miércoles, marzo 19, 2008


Tengo madre, tengo hermana,
tengo primas, tengo tías,
tuve nana, tengo amigas, vecinas
y una novia que me ama.

Tuve una esposa y dos abuelas,
mi sobrina Carolina es la princesa
de este cuento que nunca se va a terminar.

Las mujeres son el alma de la vida,
la caricia más perfecta, son el aire.

Las mujeres son la luz de medio día,
la razón de que este mundo no se acabe.
Y aunque a veces nos aturden todo el día,
son valientes y no merecen un cobarde.

Soy un hombre y me duelen sus heridas,
nunca olvido aquel consejo de mi padre.
Pégale a la pared, pégale a la pared,
pero nunca a una mujer, nunca, nunca a una mujer.

Tienes madre y lo que sigue,
no lo repito por que sonaría igualito.
No soy un santo ni quiero cantarte un sermón,
solo te pido tu respeto.

Somos hombres y ellas no son un objeto,
que te cuesta llorar y pedirles perdón
o me vas a decir que te falta valor.

Las mujeres son el alma de la vida,
la caricia más perfecta, son el aire.

Las mujeres son la luz de medio día,
la razón de que este mundo no se acabe.
Y aunque a veces nos aturden todo el día,
son valientes y no merecen un cobarde.

Soy un hombre y me duelen sus heridas,
nunca olvido aquel consejo de mi padre.
Pégale a la pared, pégale a la pared,
pero nunca a una mujer, nunca, nunca a una mujer.

Pégale a la pared.

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