Recuerdo bien,
el patio de tu casa,
mi sitio favorito,
el fin de semana.
Con la luz apagada,
para ver las estrellas,
hacia el sur.
Tus jeans eran algo,
tan detestable,
no permitían iniciar,
la batalla.
Echados en le hierba,
me gustaba explorarte,
hacia el sur, al sur.
Cuando me entrampa,
la melancolía,
vuelven esos,
inolvidables días.
Tu eres algo,
para siempre,
tu eres algo,
para siempre.
Vivíamos a tope,
nuestras vidas,
de cara al mundo,
en franca rebeldía.
Tu eres algo,
para siempre,
tu eres algo,
para siempre.
Para siempre,
para siempre,
para siempre,
para siempre.
Hasta que un día,
nos pesco tu padre,
y me corrió a golpes,
de tu vida.
Pocas veces nos vimos,
yo emigre con los años,
hacia el sur, al sur.
Cuando me entrampa,
la melancolía,
vuelven esos,
inolvidables días.
Tu eres algo,
para siempre,
tu eres algo,
para siempre.
Vivíamos a tope,
nuestras vidas,
de cara al mundo,
en franca rebeldía.
Tu eres algo,
para siempre,
tu eres algo,
para siempre.
Para siempre,
para siempre,
para siempre,
para siempre.
Para siempre,
para siempre,
para siempre,
para siempre.
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